Por mis brazos perfectos, cuando hay mutilados
Por mis ojos perfectos, cuando hay tantos sin luz
Por mi voz que canta, cuando hay tantos que enmudecen.
Oh maravilloso Señor, tener un hogar para regresar,
Cuando hay tanta gente que no tiene a donde ir.
Sonreír, cuando hay tantos que lloran
Amar, cuando hay tantos que odian
Soñar, cuando hay tantos que se revuelven en pesadillas
Vivir, cuando hay tantos que se mueren antes de nacer
Sobre todo, tener poco que pedirte y tanto que agradecerte.
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