Come cosas picantes. ¿Alguna vez has probado un poco de wasabi solo para ver que tu nariz empezó a moquear incontrolablemente? Los alimentos picantes, tales como el rábano o la pimienta, son descongestionantes y ayudarán a desprender parte de la desagradable flema.
Bebe cosas calientes. Puede ser té, sopa de pollo o algo parecido. Los líquidos calientes te ayudarán a calmarte mientras deshacen la mucosidad pegada a tu garganta.
Haz gárgaras de agua salada. Mezcla ½ cucharadita de sal con 1 taza de agua templada y haz gárgaras con este preparado echando la cabeza un poco hacia atrás.
Come pan tostado. El pan tostado es bueno para deshacer la flema y llevarla hasta el estómago. Cuando tragues la tostada, raspará tu garganta con suavidad, eliminando parte de la flema.
Toma 1 cucharadita de vinagre de sidra. No sabrá muy bien, pero funcionará. Trágatela lo más rápido que puedas, y luego espera de 5 a 10 segundos. Si aún sientes el sabor, toma un poco de agua.
Evitar lo que produce más flema
Deja de fumar.
Mientras tengas mucha flema, intenta no fumar. El tabaco seca las cuerdas vocales y el organismo empieza a crear más flema en un intento de reponer la humedad que se ha perdido. Algunos estudios alrededor del mundo han demostrado que existe una gran relación entre el cigarrillo y la formación de mucosidad. Si eres fumador, podrías considerar la posibilidad de usar parches de nicotina por un tiempo hasta que la congestión baje.
Evita los productos lácteos.
Es posible que la leche y demás derivados de la leche no creen más flema, pero en algunas personas la grasa que contienen espesa las mucosidades.
Evita exponerte a gases y a productos químicos peligrosos.
Los gases de la pintura, de los productos de limpieza y de otros químicos dañan el sistema respiratorio.
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