Y el perro respondió que sí a todo, aunque le dijo al Señor que con 15 años de vida le bastaba. Y así se hizo. Luego Dios creó al mono, le dijo que haría payasadas para divertir a la gente y quiso que viviera 10 años aunque el mono, que aceptó todo lo demás, le convenció para vivir tan solo 5. Por fin creó al hombre y, tras decirle que sería el ser más inteligente de la creación, le dijo que viviría 30 años a lo que el hombre respondió:
"Señor, me parecen pocos ¿no me puedes dar los 15 que rechaza el burro, los 10 que no quiso el perro y los 5 que no aceptó el mono? Consintió Dios y así ocurre: vive 30 años como un hombre, luego se casa y vive 15 como un burro, trabajando de sol a sol y cargando sob re sus espaldas el peso de la familia. Luego se jubila y vive 10 años como un perro, cuidando de la casa y comiendo lo que le den; y, por fin, acaba los 5 últimos años como un mono,
saltando de casa en casa de sus hijos y haciendo payasadas para divertir a sus nietos.