martes, 25 de agosto de 2015

Para ser feliz debes aprender a ignorar a muchas personas

Muchas veces alejarnos de las personas conflictivas no solo es una cuestión de comodidad, sino de salud mental. Hay actitudes que nos llegan a desequilibrar tanto que nos bloquean y nos impiden realizarnos, sometiendo nuestro bienestar emocional a sus antojos.


Todos sabemos de buena tinta que nuestras relaciones no siempre nos aportan algo positivo, aunque realmente lo esperemos. A pesar de que somos conscientes de esto, no cuesta darnos cuenta de que estamos alimentando intercambios tóxicos.
Así que nos encontramos ante el triste panorama de vivir sometidos a relaciones insanas con personas que no nos aportan sinceridad ni buenas emociones. Es decir, intercambios cargados de intereses y egoísmos . Por eso, para poder crecer debemos de aprender a ignorar a cierta gente en ciertos momentos.

¿Qué es lo que debemos ignorar para ser felices?

Conocerlas nos ayudará a tomar conciencia de la realidad e incluso puede ayudarnos a anticipar estas cuestiones, de manera que podamos impedir que nos hagan más daño que el inevitable. Dicho esto, veamos algo más detenidamente lo que debemos aprender a ignorar:
1.Las críticas de los demás. Nadie nos puede afectar sin nuestro consentimiento. O sea, somos nosotros lo que damos validez a las opiniones de los demás.  Lo que otros piensen sobre las decisiones que tomamos no debería importarnos, ya que es tan probable que nosotros nos equivoquemos como que ellos lo hagan.


2. La creación de inseguridades. Hay personas que se piensan que son expertos en la vida de todo. Estos acaban consciente o inconscientemente, creando inseguridades y pequeñas frustraciones en la gente que les rodea. Procura ignorar este tipo de actitudes, pues solo te conducen a la frustración.
3. Preocuparnos por lo que no podemos controlar. Si nos preocupa cómo va a actuar esa persona o qué va a hacer o decir, algo va mal. O sea, la gente no va haciendo daño deliberadamente y no debería de tenernos en vilo que nos respeten o no. Si esto ocurre, es mejor de que alejes de esa persona.
4. Las comparaciones obsesivas. Está muy bien que la gente triunfe y tenga éxito, pero no que hagan sentir a los demás poca cosa. No hay persona más insignificante que aquella que usa sus logros para menospreciar a los demás. Por eso, sigue centrándote en lo que tú puedes hacer para seguir creciendo y recuerda que lo que consigas depende en gran parte de que te lo creas.


5. Los intereses y egoísmos. No todo el mundo te está ayudando cuando intentan aparentar estar haciéndolo. Empieza a desactivar la realidad y analiza hacia qué lado se inclina la balanza siempre. Si hay un equilibrio, significa que hay armonía en vuestra relación; si por el contrario no lo hay, algo va mal.
Tenemos que darnos cuenta de que con el tiempo la imagen que tenemos de las personas puede cambiar, lo que implica que desconoceremos a aquellos que creíamos conocer.
A veces nos percatamos demasiado tarde de que todo lo que hemos hecho por alguien ha sido ignorado o menospreciado en el terreno emocional. Es posible que entonces nos sintamos decepcionados y que nos demos cuenta de que no han movido ni un dedo por nosotros.
Conseguir que lo que alguien haga o no haga no nos afecte actúa como un bálsamo. Puede que resulte costoso al principio, pero los resultados comienzan a notarse bien pronto en nuestra salud emocional.

sábado, 8 de agosto de 2015

Quien no puede ser feliz, no puede dar felicidad

Quien no puede ser feliz, no puede dar felicidad, quien no está cómodo en la vida, no puede hacer que otros se sientan bien.
Por eso hay personas que contagian su felicidad, así como personas que siempre tienen quejas y dejan tras de si un largo rastro de amargura. No se puede dar lo que no se tiene.


lo que no se tiene!
Cuando se piensa en esta frase, de inmediato pensamos en las cosas materiales que cada cual posee, pero esta reflexión no va de eso, es de aquellas personas que viven siempre en forma triste y maldiciendo su mala suerte,porque según ellos todo les sale mal. Personas que siempre desean cosas que no están a su alcance, cosas que otros tienen. Personas que cuando algo tienen no saben apreciarlo y sólo piensan que debieran tener más.


Todo sería diferente si esas personas pensaran por unos minutos que la felicidad y el gozo que se puede obtener en la vida, nos las brindan las cosas sencillas, cosas que siempre están a nuestro alcance,como un amanecer, disfrutar de mirar una flor,de ver reír a los niños o simplemente agradecer lo que la vida no ha dado.
Esa clases de personas, por más que les muestres estas cosas no sentirán nada, no tendrán alegría, y no lograrás hacerles sonreír con aquellas cosas que tú disfrutas. Puedes disfrutar de esas cosas porque estás llena de amor, de ilusiones, de esperanza, te sientes contenta por dentro y eso es hace que seas una persona completa.

-Si tienes amor en tu corazón, puedes dar amor- Y eso sí que es valioso.

Hay quien pensará que si una persona es feliz, es que no tiene problemas. Pero no es así, claro que tiene problemas, sólo que sabe sobrellevarlos y aunque muchas veces el dolor golpee fuerte en su corazón, por ser una persona llena y plena nada logra anular su felicidad, ni su serenidad para ver la vida. Toma todo lo malo como experiencias y sabe salir adelante aun y a pesar de estos problemas cotidianos que la vida nos da cada día.


Lograr la felicidad interior sucede cuando todo tu ser está en completa armonía con todo lo que eres o haces; y mientras más amor repartas hacia el mundo, más grande se hace dentro de ti a modo que puedes repartirlo a manos llenas. Eso te convierte en una persona bien encaminada, alguien que sabe lo que quiere, que conoce sus metas y hacia hasta donde llegar. Ser así te convierte en una de esas personas a las que todos se le acercan, pues son como un imán a la cual todo se le pega, lo bueno y lo malo… Pero sabes salir airoso, pues te has construido firme y sólido.
Existe ese tipo de personas que no pueden dar porque no tienen nada bueno en su corazón, son pobres de espíritu, no hay alegrías ni amor dentro de ellas; es como un campo árido donde nunca se podrá sembrar, son personas nocivas que viven el cada día amargándose y deseando todo pero no queriendo dar nada. Desgraciadamente hay muchas personas así en nuestras vidas, pueden ser personas cercanas o lejanas, pero siempre hay alguien a quien le cabe como anillo al dedo esta frase: "No se puede dar lo que no se tiene".
No tiene sentido esperar cosas buenas de este tipo de personas, porque si no saben ser felices, ¿cómo podrían dar a otra persona aquello de lo que carecen?
Por eso en la vida hay etapas que debemos ir quemando para evitar caer en la amargura. Los que viven añorando un pasado, los que sienten que todo el mundo les debe algo, que no es justo que otros sean felices porque ellos no lo son ni lo serán, esos son seres insatisfechos con todo, con la vida, con Dios y con todo el mundo.

Es triste, pero lo mejor es alejar personas así de nuestras vidas, pues de lo contrario, al final terminamos muy mal porque empezamos a ver lo que ellos ven: todo en blanco y negro. - Hay que alejarse-
La vida es alegría, es amor, es dar a manos llenas los talentos que poseemos. Dar amor es un acto que nos hará una mejor persona, única, irrepetible, porque podremos decir "yo sí puedo dar lo que tengo, que no es poco: Me sobra amor, me sobra felicidad. Soy alguien que lucha aun contra la corriente pero derramo felicidad a mi paso".
Quienes renuncian a las maravillas de la vida y saborear la felicidad de dar amor a otros se pierden en el camino de la tristeza...
Por eso tú siempre sonríe, vive la vida y cuando veas que quienes te rodean te dan muestras de amor y afecto, tu corazón se llenará de gozo.
Eres feliz. Puedes darlo todo.

martes, 4 de agosto de 2015

Carta para regalarte mi amor

En este momento quisiera regalarte todos los “te amo” que sin parar brotan de mi corazón. Me siento en paz porque tengo claro que te amo… 
No sé si te pasa a ti, pero a veces pienso tanto en ti que acabo olvidando cosas tan básicas de mi vida cotidiana, como lo es tener que comer. Eres mi vida, y pienso tanto en ti que me olvido de mí misma.


Aun así, muchas veces no me porto bien contigo y me vuelvo agresiva; me detesto yo misma por ser así cuando tú te mereces sólo amor.
Llegaste a mi vida y curaste todos mis males, pero cuando te debes marchar te llevas contigo la magia y vuelvo a quedar en soledad, comenzando a extrañarte, a necesitar de ti y tus caricias… Siempre necesito sentir que una parte de ti me pertenece, quiero estar junto a ti, pues todo cuanto me das es cuanto necesito para ser feliz.
Gracias mi amor por seguir amándome a pesar de mis enfados sin razones, gracias por amarme sin preguntar nada… ¡yo también te amo!


Y no lo dudes amor mío, cuando te digo que te amo es lo más sincero que puedo decirte, pues son palabras que salen de mi corazón. Pudiera desear muchas cosas en la vida, pero el único que verdaderamente quiero para mí, es el tesoro de tu amor.
Es triste mirar la noche sin tu presencia… por eso necesito regalarte mil “te amos”, sintiéndome así más cerca de ti. Nuestro amor siempre nos ayudará a seguir adelante y a encontrar soluciones, siempre nos abrirá puertas donde pensamos que estaban cerradas. Enfrentamos dificultades y pruebas, pero nuestro amor nos mostrará por dónde seguir avanzando.  Y perdóname también cuando me encuentres en silencio, sin decir nada… no es nada malo, sólo que me pierdo pensando en nuestro amor, soñando contigo y deseando no tener que soltarte ni por un rato.


Imagínate, ¿cómo sería mi vida sin ti? Es impensable, no quiero nada fuera de ti, sólo estar contigo, amor mío.
Cuando leas esta carta, cierra tus ojos y dime que me sientes como yo a ti… y regresa pronto, que te espero amor.
Vuelve, para regalarte mi amor.
Te amo con todo lo que tengo y lo que no tengo.